El COVID-19 demuestra que el tráfico es la principal causa de contaminación

Lecciones para después de una crisis

Ya no hay dudas. Los niveles más bajos de contaminación se han detectado con el COVID-19. La bajada de movilidad fruto del confinamiento ha sido la causa. No es una opinión, es una evidencia fruto de cifras objetivas.  Escribo esta entrada mientras oigo los pájaros revolotear por el balcón, entre conversaciones de vecinos. Es un día claro y limpio de primavera. Son las 12h. y estoy en el centro de una gran ciudad. Esto nunca ha ocurrido antes. Acaba de pasar un coche. Suena extraño. Ahora pita. Será un repartidor.

A menos coches menos contaminación

La evolución del Valor Medio de N02 en Madrid desde la aplicación del estado de alarma el 14 de marzo no deja espacio a la duda. Las medidas empezaron unos días antes, y los valores de dióxido de nitrógeno apenas han alcanzado durante la crisis, el 40% del límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE). Nunca había ocurrido lo mismo.

En Barcelona el descenso de la contaminación ha sido muy parecido. Desde el inicio de la alerta los niveles de NO2 han caído muy por debajo de los valores límites. En ambas ciudades, además del teletrabajo o la suspensión de las clases, se aplicó desde el sábado 14 de marzo la medida que limitaba drásticamente el uso de los vehículos privados.

Esta ha sido la tendencia en todas las ciudades españolas. Puedes comprobar la situación en tiempo    real entrando en la página de Greenpeace.  Sin intermediarios.

¿Qué está pasando en el resto del mundo?

Pues exactamente lo mismo. Una pena que haya tenido que estallar una crisis sanitaria para constatar que la actividad humana, especialmente el transporte, es la causa de la contaminación. Una imagen vale más que mil palabras. Foto satélite desde China, antes y después de las medidas de confinamiento.

Más pruebas. Una buena noticia, China está saliendo de la crisis y empieza a levantar las restricciones volvemos a la normalidad. ¿Qué está ocurriendo con las emisiones? Lo has adivinado, volvemos a la casilla de salida. Again.

Según las imágenes de la agencia espacial de Estados Unidos (NASA), durante la pandemia el NO2 se desplomó en Wuhan, pasando el indicador de color rojo a naranja o azul.

Pero a medida que China abandona el confinamiento las imágenes actuales muestran un repunte en las emisiones de NO2.  Foto de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Ellos no se equivocan (nos referimos a los animales.

La naturaleza, quizás solo por unos días, nos ha dejado imágenes insólitas de como recuperaba su espacio perdido.

En todos los lugares del mundo, como si de una película de ciencia ficción se tratará los animales salvajes, ante la ausencia de ruido, polución, y seres humanos reconquistaban territorios urbanos. No es ficción es realidad.

Ciervos en una ciudad de Japón. Fuente: Twitter

En Venecia, famosa por la contaminación, el bullicio y porque no decirlo, sus malos olores, se han visto imágenes únicas.  No hay turistas ni gondoleros, hay cisnes, y peces invadiendo de nuevo sus canales.

Canales venecianos y puerto de Cerdeña

Los animales siguen su instinto, sin más. La mejora de las condiciones ambientales les guía. Si está limpio, no hay ruido, y no hay gente vuelven. Simple. No necesitan ver el satélite, ni hablar con los expertos. Ellos no necesitan ver el siguiente vídeo, pero tú quizás sí.

En España ha pasado algo parecido. Se han visto jabalíes por las calles de Barcelona. Alguien dirá que no es nuevo, que esto ya había pasado antes. Pues no exactamente. Los jabalíes antes nunca habían llegado tan lejos. Se han adentrado hasta el mismo centro de la ciudad.  ¿Conoces Barcelona?, han llegado a la misma Avenida Diagonal con Paseo de Gracia. Para entendernos cómo La Castellana, Fifth Avenue, Picadilly…

Los casos no se acaban en la Ciudad Condal. Pavos reales en Madrid, ciervos al lado del acueducto de Segovia, o un rebaño de cabras en un hotel de lujo en Canarias. Toda esta invasión de fauna salvaje en poco menos de 3 semanas.

 El aire y el agua más limpia de la historia

No solo el aire, también el agua. Hace unos días el diario La Vanguardia colgaba el siguiente Twitter

No es el Caribe, ni tan siquiera la Costa Brava. Es la Playa de la Barceloneta, uno de los frentes marítimos más congestionados no de Barcelona, sino del Mediterráneo.  Si seguimos así acabaremos viendo Ballenas, incluso al Capitán Nemo.

Por último, el aire es tan claro, que algunos barceloneses aseguran ver la isla de Mallorca desde la Ciudad Condal. No, no son imaginaciones, como la Isla de San Borondón,  fruto del confinamiento (quizás alguno sí). Es algo que antes ocurría de manera excepcional, pero ahora es frecuente gracias a la pureza del aire.

La siguiente imagen es auténtica, pero previa al Coronavirus. No es un “fake” porque avísamos, pero parece que lo extraordinario ahora se convierte en normal.

Las isla de Mallorca desde el Observatorio Fabra de BCN (2014)

Lecciones para después de una crisis: si la naturaleza ha recuperado su espacio en apenas semanas, ¿qué pasaría si ayudáramos un poco al planeta?

Posiblemente esta crisis nos está enseñando el camino correcto. Sólo posiblemente.

The right way.

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